Claire Redfield vuelve al juego que la tuvo como estrella. ¿Qué tal habrá sentado a PS4 esta adaptación sorpresa de Resident Evil Code Veronica X?
Capcom es la reina a la hora de sacar todo el jugo posible a sus productos. Que se lo digan a las sagas Street Fighter o Resident Evil, las cuales han visto como casi todas sus entregas se han ido convirtiendo a todos los formatos que la compañía pilla por banda. En esta ocasión es el turno de Resident Evil Code Veronica X, un juego que ha pasado ya por Dreamcast, PS2, GameCube, PS3 y 360.
Como sabréis los veteranos de la saga, todo comenzó con Resident Evil Code Veronica, un juego que llegó a Dreamcast allá por el año 2000 (y que en un principio iba a ser la "verdadera" tercera parte de la saga, si bien ese honor fue finalmente para Resident Evil 3 Nemesis de PSOne) y que marcó un hito por ser el primero de la saga con escenarios poligonales. El juego tenía como protagonista a Claire Redfield, que al intentar infiltrarse en Umbrella para encontrar a su hermano Chris, era atrapada y encerrada en una prisión atestada de zombis.
Pocos meses después, el juego fue revisado con su versión Resident Evil Code Veronica X, que añadía más minutos de escenas de vídeo, algo más de gore y ligeros retoques gráficos. Esa última versión es la que llegó a PlayStation 2. Lo que podemos descargar ahora en PS4 no es otra cosa que la versión emulada del juego de PS2... En toda su extensión. Vamos, que hasta vemos el logo de PlayStation 2 cuando se inicia el juego y para salvar la partida hemos de acceder a una "Memory Card virtual" como si de verdad tuviéramos la tarjeta de memoria de PS2 insertada.
Entonces, ¿el juego es idéntico al que vimos en PS2 hace 16 años? Pues sí, salvo por un par de excepciones: por un lado, se incluyen trofeos; por otro, el apartado gráfico se ha mejorado ligeramente con algunos cambios en las texturas de los objetos principales y una subida de la resolución general hasta los 1080p. Bueno, es un decir, ya que el juego original tenía una proporción de 4/3, por lo que tenemos los correspondientes bordes negros a los lados de nuestras modernas teles 16/9. La cosa tiene delito, porque en su momento PS3 y 360 recibieron una versión llamada Resident Evil Code Veronica HD Remaster que tenía mejoras en la iluminación y los sombreados. Por tanto, tenemos en PS4 una versión que rinde peor técnicamente que la de la generación anterior... Por otro lado, los gráficos mantienen cierto "ghosting" (dejan una estela cuando se mueven).
Como supondréis, el control de Resident Evil Code Veronica X no se ha modificado (la única diferencia es que la parte izquierda del panel táctil hace las veces del botón Select del DualShock 2 y la parte derecha sirve como Start) y, por tanto, los personajes se mueven en "modo tanque": hemos de rotarlos sobre sí mismos antes de poder desplazarnos en otra dirección, si bien podemos efectuar un giro rápido de 180 grados para salir pitando en dirección contraria. El stick derecho no sirve para nada, ya que en este juego no podíamos mover la cámara (ella se desplazaba automáticamente en determinados momentos). Los jugadores que no hayan catado nunca los juegos originales encontrarán especialmente desesperante que no podamos desplazarnos al disparar o ver lo que tenemos justo delante porque los escenarios suelen dividirse en una serie de planos fijos en función de donde nos situemos... Aunque buena parte de los veteranos sentirán que esa era precisamente la gracia de esos juegos: la angustia de tener la amenaza ante nuestras narices y no poder hacer nada al respecto.
Si tienes paciencia y puedes asimilar el robótico sistema de control, la distribución de cámaras fijas, el icónico sistema de salvado mediante las escasas máquinas de escribir y ese sistema de inventario tan frustrantemente restrictivo (al principio apenas tenemos 8 huecos para compartir entre armas, munición y objetos clave, si bien ese margen se puede aumentar más adelante), seréis recompensados con una aventura que, a pesar de los pesares, sigue entreteniendo. Los personajes tienen una personalidad muy definida e interesante (vale, Steve tiene una torta bien dada, pero es parte de su encanto), con especial mención para los hermanos Ashford; el desarrollo se basa en un "fifty-fifty" de acción y puzzles al estilo más clásico: puertas que necesitan un emblema para abrirse, salas cerradas para las que hay que resolver acertijos con objetos, etc. Este fue el último título de la saga Resident Evil en ofrecer el espíritu survival horror clásico y como tal resulta atractivo, no solo como "elemento histórico", sino también por méritos propios.
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